Por nuestra experiencia y pruebas de campo contrastadas, optamos en la mayoría de los casos por el sistema de cepillado especial con uso de cepillos de un material específico (poliéster) con una determinada densidad y grosor de cerdas que evitan cualquier tipo de ralladura sobre el cristal del panel.
El agua que se utiliza en la limpieza se almacena en un depósito desde donde se impulsa, por medio de una bomba, a unas pértigas que alcanzan hasta los 20 metros de altura. Los equipos están preparados para almacenar agua al tiempo que se utiliza la del depósito, con lo que se asegura el trabajo continuo de los operarios a lo largo de la jornada de trabajo.
La limpieza se realiza a través de unos cepillos situados en los extremos de las pértigas. La suciedad que se va separando, por la acción mecánica del cepillado, va siendo arrastrada por seca vidrios o raspador, de forma que el cristal se va secando sin dejar ningún tipo de rastro.
